En este libro, Grinberg profundiza en cómo cada experiencia humana es una creación continua, no un reflejo pasivo de la realidad externa. La percepción es un proceso activo, en el que la conciencia organiza, interpreta y da forma al mundo que ve. Así, la experiencia no se recibe: se fabrica.
El autor propone que modificar la estructura mental —mediante prácticas como la meditación, la autoobservación y la disolución de patrones rígidos— puede cambiar radicalmente la experiencia de vida. Esto no es metafórico: implica transformar la manera en que los sentidos, el cerebro y la energía interactúan.
La Creación de la Experiencia es una obra central en el pensamiento de Grinberg, ideal para quienes buscan transformar su relación con la realidad desde la raíz.
